en un 83 por ciento por hombres. Cifras que simbolizan de
forma elocuente lo que hasta el momento hemos visto, un
debate público dominado por ellos: los parlamentarios Igna-
cio Walker, Fulvio Rossi, Guido Girardi, Pablo Lorenzini; el
rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, el obispo
Ricardo Ezzati, y un largo etcétera.
“Es un problema estructural. Es cierto que es un problema que
tenemos como sociedades patriarcales todas, pero en el caso
del aborto es todavía más chocante tratándose de algo que
tiene que ver con la biología, la privacidad o el derecho de las
mujeres por sobre sus propios cuerpos”, asegura Patsili Toledo.
Para Judith Muñoz, trabajadora social e integrante de “Por
el derecho a decidir, también en Chile”, la masculinización
del debate es un tema central en lo que está por venir. “La-
mentablemente la mayoría de las personas que van a discutir
del aborto en Chile, lo van a hacer desde una situación de
privilegio que tienen porque ocupan una posición de poder
en la sociedad. Las mujeres no participan en esta discusión.
No van a poder reivindicar la necesidad de ser más autóno-
mas, más libres”.
La Presidenta de la FECh advierte: “lo que sucede tanto en el
debate del aborto como los debates en general es que reprodu-
“Lamentablemente la mayoría de las personas que van a discutir del aborto en Chile, lo van
a hacer desde una situación de privilegio que tienen porque ocupan una posición de poder
en la sociedad. Las mujeres no participan en esta discusión”, dice Judith Muñoz.
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