también en Chile”, integrado por chilenas residentes en países
donde sí se garantiza el aborto, dice que esas políticas de pla-
ni"cación familiar eran todas políticas sociales que “no tienen
nada que ver con las que se han comenzado a implementar
desde la dictadura en adelante. Lo que nosotros queremos es
que el poder legislativo en Chile bote las huellas que la dicta-
dura ha dejado en los derechos reproductivos de las chilenas”.
Tras 25 años de gobiernos democráticos la visión de la ciu-
dadanía respecto al aborto apuntó en contra de la ley vigente:
según la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) de
julio de 2014, sobre un 70 por ciento de los encuestados con-
sideró que el aborto debiese despenalizarse en las tres causales
planteadas por el proyecto de gobierno. De este grupo, un 20
por ciento se inclinaría por el aborto libre y un 50 por permi-
tirlo en casos puntuales.
“La normativa vigente sobre interrupción del embarazo que
lo prohíbe sin excepciones no responde al trato digno que el
Estado de Chile debe otorgar a sus ciudadanas en estas situa-
ciones”, señaló la Presidenta Bachelet el 31 de enero de este
año al anunciar el envío del nuevo proyecto de ley sobre aborto
al parlamento.
LOS OJOS SOBRE LA LEY
“El proyecto queda un poco corto: se limita la discusión del
aborto a tres causales, como si el aborto pudiera avalarse se-
gún la causa y no según la decisión y el derecho que tienen las
mujeres de decidir por su cuerpo”, asegura Valentina Saavedra,
Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad
de Chile (FECh) y militante de Izquierda Autónoma.
Según concitan las cifras incluidas en el proyecto de ley, en pro-
medio se hospitalizan 16.510 mujeres por año con embarazos de
menos de 22 semanas que son pertenecientes a las dos primeras
causales que el proyecto autoriza. El 2012, 54 mujeres murieron
en su proceso de gestación, de las cuales el mayor porcentaje, 27,8
por ciento, corresponden a mujeres de entre 30 y 34 años.
Sobre la inviabilidad fetal, “asumiendo un número de partos
anuales de 250.000, sería alrededor de 500 casos anuales”. En
cuanto a cifras de abortos realizados a mujeres que han sido
violadas, no hay datos o"ciales ya que muchos se realizan en la
clandestinidad sumado a que no todos los delitos sexuales son
denunciados y que “la probabilidad de que una mujer quede
embarazada producto de una violación es de aproximadamente
un 10 por ciento de los casos”.
Para la psicóloga Irma Palma “cuando se argumenta que una
ley por tres causales debe ser aprobada por un fundamento
relacionado con la salud y no el género, lo hace bajo una com-
prensión que excluye la cuestión del derecho sobre el cuerpo o
al derecho reproductivo, ambos de distinto modo vinculados
a la autonomía de las mujeres. En el debate esto último se
presenta en la tensión que produce la aprobación de la causal
vinculada a la violencia sexual. Allí aparece la cuestión de la
libertad para abortar sin razón independiente de ella misma”.
La doctora y académica de la U. de Chile Andrea Slachevsky
y un grupo de casi 300 profesionales de la salud comenzaron
una campaña para convocar a sus colegas a apoyar una de-
claración en favor de la despenalización del aborto bajo las
causales propuestas por el Ejecutivo. Según Slachevsky, en el
país el aborto existe, pero “estamos dejando en función de las
capacidades de pago de cada uno o de redes sociales se solu-
cione el problema. Como colectivo encontramos fundamental
al menos despenalizar el aborto en estas tres causales, porque
mantenernos dentro de los últimos países en el mundo en que
no haya aborto terapéutico ni en caso de violación es absolu-
tamente incomprensible”.
DEBATE DE HOMBRES
La puerta de entrada del proyecto al Congreso es la Comi-
sión de Salud de la Cámara de Diputados, instancia com-
puesta por nueve hombres y cuatro mujeres. La decisión
"nal sobre la posibilidad de las chilenas a interrumpir un
embarazo quedará en manos de un parlamento conformado
La decisión final sobre la posibilidad de las chilenas a
interrumpir un embarazo quedará en manos de un parlamento
conformado en un 83 por ciento por hombres.
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El Paracaídas / Nº 6 abril 2015