El 17 de marzo comenzó la discusión del Proyecto de Ley que regula la despenalización del
aborto en tres causales. Y aunque este es un tema que involucra directamente a las mujeres,
el debate público lo siguen monopolizando los hombres. Desde la salud pública, el derecho,
las comunicaciones, la sociedad civil, los estudiantes y las ciencias sociales, las mujeres de la
Universidad de Chile se toman la palabra.
Por Francisca Escobar y Francisca Palma
Foto: Alejandra Fuenzalida / Ilustración: Leo Ríos
S
i uno se detuviera en cómo era Chile y cuál era el dis-
curso de la salud pública hasta 1973, el paso siguien-
te a proyectar era la legalización del aborto, asegura
Pamela Eguiguren, matrona y doctora en Salud Pú-
blica de la Universidad de Chile. El golpe de Estado, explica,
signi"có un quiebre “que tiene que ver con la represión y con
la salida al exilio de los salubristas más destacados del país.
Hay una interrupción de la medicina social”.
Chile es el único país de América del Sur en que la inte-
rrupción del embarazo es penalizada sin excepción, luego
de que en 1989 la dictadura militar derogara el artículo 119
del Código Sanitario-vigente desde 1967-, que autorizó el
aborto terapéutico. La idea de que Chile es uno de los cinco
países del mundo en que el aborto está prohibido en todas
sus formas junto al Vaticano, Malta, El Salvador, República
Dominicana y Nicaragua, hoy se repite hasta el cansancio.
Marisa Matamala, médico cirujano, miembro de la Red de
Género de la Asociación Latinoamericana de Medicina So-
cial y del Observatorio de Equidad de Género en Salud de la
U. de Chile, lleva más de treinta años trabajando el tema del
aborto desde el movimiento feminista. “Durante la dictadura
se pusieron restricciones a todo lo que tenía que ver con la
educación sexual, la anticoncepción y lo que era la cultura
sanitaria en materia reproductiva en Chile, que había sido un
país muy adelantado”, asegura.
El cambio lo vio la misma Matamala cuando comenzó su
trabajo en los primeros movimientos civiles pro aborto de
la postdictadura. “En los años 90 tú notabas que las mujeres
adultas tenían una posición mucho más amplia que la que po-
drían tener las jóvenes que en esos momentos estaban viendo
en sus colegios videos como ‘El grito silencioso’ y todo aquello
que empezó a circular durante los años de Pinochet. Tú nota-
bas que ahí había un cambio cultural importante”, recuerda.
En Chile, dice Patsili Toledo, abogada de la Universidad de
Chile y Doctora en Derecho Público de la Universidad de
Barcelona, a principios del siglo XX había una serie de po-
líticas encaminadas al fortalecimiento de la sociedad. Tole-
do, que es parte del movimiento “Por el derecho a decidir,
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Nº 6 abril 2015 / El Paracaídas
ABORTO EN CHILE:
LA VOZ DE LAS MUJERES