Palabra Pública N°16 2019 - Universidad de Chile

¿C ómo nombra usted lo que ha pasado en Chile hasta hoy? ¿Se trata de un estallido? Creo que hay una dimensión de estallido, que es clara y que uno puede definir en términos del tiempo, pero esto también tiene un aspecto de movimiento, y mi impresión es que lo que va a ir ocurriendo es la separa- ción entre el estallido y el movimiento. El estallido es un momento que funda una situación, es una coyuntura crítica, pero el movimiento es algo con proyecto. Todo el problema está en si el estallido va a ser algo más, si se va a convertir en un movimiento y si va a tener consecuencias que vayan más allá de un estallido o ruptura de situacio- nes actuales, si va a tener una proyección. —¿Y a dos meses del inicio del estallido, cree usted que va a tener proyección, que se va a convertir en un movimiento? No todo estallido es un movimiento o proyecto, pero este tiene todas las de poder ser uno. Tengo la impresión de que en Chile este estallido se produce porque ya había un movimiento larvado, si no, no se hubiera producido. Lo que me llama la atención es la poca importancia que se le da en los análisis a la continuidad. Sin el 2006 y el 2011, sobre todo sin el 2011, no hubiéramos tenido esto. Ahora todos se hacen un poco los locos diciendo que nadie vio venir esto cuando había señales bien claras de un descontento que se iba manifestando. —Hoy el estallido le pasa la cuenta a un gobierno de derecha, pero no podemos olvidar que desde la recuperación de la democracia hemos tenido cinco gobiernos de la ex Concertación o ex Nueva Mayoría. Hace un año usted dijo: “al no intentar al- terar el modelo de acumulación, sino que más bien pensar que era posible una alian- za con el empresariado para mantener ciertos niveles de crecimiento, lo que hizo la ex Concertación fue corregir pasar del 50% de pobreza a un 15%, de cinco mil dólares per cápita a 20 mil”. ¿Cree que el hecho de que esa coalición hiciera oídos sordos a las demandas ciudadanas incubó el actual malestar? Yo no hablaría de oídos sordos. ¿Qué demanda de cambio al modelo económico había por parte de los movimientos ciudadanos si se dedicaron a consumir durante 20 años? No hay 30 años de sordera a las demandas, hay 30 años de mantención y sólo corrección del modelo económico. Es injusto decir que se hacía oídos sordos por- que no se gritaba; para hacer oídos sordos tiene que haber un grito. Hay que tomar en cuenta que en Chile prácticamente nunca se expresaron las demandas ciudadanas si no era a través de los partidos políticos, y muchas de esas demandas fueron generadas desde los partidos. Por ejemplo, el plebiscito para derrocar a la dictadura: la ciudada- nía no estaba para nada en eso, para nada. En Chile la manera en que se constituían las demandas ciudadanas era vía partidos, y eso hizo que estos siempre fueran algo más que sólo partidos. —¿Es posible desprender de eso que si la ciudadanía está disputando y exi- giendo en las calles es porque perdió esa confianza en partidos políticos que hoy están desarticulados y no concitan tanto interés? La idea de ciudadanía es inseparable de la idea de participación en la polis o de la “No hay 30 años de sordera a las demandas, hay 30 años de mantención y sólo corrección del modelo económico. Es injusto decir que se hacía oídos sordos porque no se gritaba; para hacer oídos sordos tiene que haber un grito”. 90

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