Palabra Pública N°16 2019 - Universidad de Chile

articulada. Lo que viene es un periodo largo de reorganiza- ción muy fuerte de la política. Porque lo que se ha acabado es la política en la cual se estructuró todo el proceso político de la transición en adelante, ese sistema político se acabó. Lo que podría llamar la atención en este sentido es que el Frente Amplio no viene de esa historia y su gran dilema es que no puede quedar atrapado en los procesos más recien- tes de descomposición de esa política de la transición. —Basta estar en una marcha para darse cuenta de que lo que falta en esta movilización son las banderas de los partidos políticos, que están bastante deslegitimados en esta vuelta. ¿Hay algún futuro para ellos en Chile de cara a esta crisis? Los necesitamos. Nosotros no podemos prescindir de la política y creo que, al revés, si a algo hay que aferrarse como única salida es a la democracia. Yo he salido a las marchas y es absolutamente cierto, lo he comentado antes: no hay ninguna bandera de partido. En una marcha, estábamos acostumbrados a bloques de partido, y el militante que se metía en otro bloque estaba perdido. Eso queda absolutamente arrasado en este momento. Creo que tiene que ver, so- bre todo, con un desborde completo de la política y, de alguna manera, la polí- tica reacciona anonadada, aturdida, se encierra, no sabe qué decir, tarda mu- cho. Esto lo he comparti- do con el sector con el que más me identifico, que es el Frente Amplio: ese intento de superar la política de la transición, que surge en 2011, tiene en este momento una gran demanda histórica sobre sus hombros, y si no le responde a esa demanda histórica, bueno, las sociedades son dinámicas y van a construir otro liderazgo. Lo que viene en adelante es un proceso de reor- ganización de la política que es necesario. —Los partidos son necesarios, pero ¿no crees que deberían buscar nuevas formas de organizarse que no resulten tan verticales? Yo te diría que esa fisonomía, esa forma de hacer de los partidos, ya está agotada, y el que no se ha dado cuenta, se va a comenzar a secar. Esa utopía de la política de los acuer- dos que se generó está completamente eliminada como po- sibilidad, porque con ella sólo se va a llegar a más estallidos. Yo creo que lo único que tienen para defender sus in- tereses los dominados, los que no tienen grandes recursos de poder, es la política, es la democracia. En cambio, los otros, los poderosos, tienen una serie de recursos para debilitar la democracia y con eso, debilitar la política. Una de las trans- formaciones más complejas que hace el neoliberalismo como proyecto histórico es cambiar el estatuto del lugar de la polí- tica en la sociedad: ya no es el medio por el que se delibera, pues se cambia la política por el mercado. Nosotros tenemos que reconstruir la política como el espacio donde delibera racionalmente la sociedad. Y es ahí donde vamos a tener que construir. ¿Qué tipo de expresiones políticas? Los partidos, o como quieran llamarles, van a ser los que van a incidir en ese tipo de deliberación racional que es la democracia. —El neoliberalismo es una ideología y muchos he- mos sido educados en ella, lo que ha impactado en nues- tras formas de pensar, de trabajar, de habitar el mundo. ¿Crees que es posible lograr un cambio de hábitos, de mentalidad en Chile? ¿Crees que podamos reemplazar las formas de vida actuales por otras más comunitarias, más colectivas? Creo que una de las luchas más trascendentes que se ha dado en términos de las for- mas de organización cultural de la sociedad, de los sistemas de autoridad y de dominación que existen a nivel extendido en la base de la sociedad, es la del feminismo. El neolibera- lismo generó una modalidad de trabajo que ya no existe en el espacio tradicional donde se realizaba, como la oficina o la fábrica, sino que se hace en cual- quier lugar, en la casa, en el camino, el domingo y en cualquier horario. Eso significa que también se rompen los viejos lími- tes entre lo público y lo privado, es decir, lo que era la esfera privada ya no funciona, y aquí se nos cae el viejo sustentador masculino. Empieza a florecer otro tipo de organización de la vida social y la política está compelida hoy a dar cuenta de todo ese gigantesco fenómeno. Creo que las demandas de los movi- mientos feministas van a ser las más estructurantes. La política va a tener que estar muy abierta a cómo se van a construir partidos para ese tipo de situaciones. Esta entrevista es una breve síntesis de la que se realizó el 15 de noviembre de 2019 en el programa radial Palabra Pública de Radio Universidad de Chile, 102.5. “Yo creo que lo único que tienen para defender sus intereses los dominados, los que no tienen grandes recursos de poder, es la política, es la democracia”. 24

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