Palabra Pública N°16 2019 - Universidad de Chile

ha visto porque todo está registrado. No se nos perdona el reclamo y la protesta. No se nos perdona el caceroleo y las pancartas. Hasta la fecha hay aproximadamente 6.000 dete- nidos. 2.800 heridos. 22 muertos, de los cuales cinco son por acción directa del Estado. Han disparado a los rostros y tene- mos 235 traumas oculares que han devenido en la pérdida de nuestros ojos. Despertamos juntos, dejamos el letargo atrás, y porque vimos el presente, nos han querido dejar ciegos. En el antiguo Egipto, los curanderos ocupaban el ojo de sus pacientes para diagnosticar su salud. Según sus creencias los ojos eran las ventanas al alma de cada persona. El iris era el instrumento que, a través de sus lesiones, líneas, de- coloraciones, entregaba los datos necesarios para hacer un perfil emocional, psíquico y físico de cada paciente. Con el tiempo este sistema se fue perfeccionando y se transformó en una seudociencia llamada iriología. Diagnóstico a través del iris. El ojo entonces aparece como un mapa para estudiar la salud, el interior de los cuerpos y las mentes. El ojo como una carta de navegación en la que se puede indagar en el “Mediados por las pantallas o incluso en vivo vimos violencia sexual, golpes, malos tratos, tortura, vejaciones, allanamientos, perdigones acumulados en nuestros cuerpos. Nadie puede decir que no lo ha visto porque todo está registrado”. Milagros Abalo 10

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