Palabra Pública - N°13 2019 - Universidad de Chile

puntocom que, pese a no ser más que una burbuja financiera, permitieron la renovación tecnológica de la industria a fines de la centuria pasada. Tras la crisis financiera de 2008, las bajas tasas de interés movili- zan la inversión hacia la emergente industria de da- tos; en tanto, el elevado desempleo, la flexibilidad, la mayor deslocalización y los nuevos flujos migratorios permiten contar con fuerza de trabajo dispuesta a emplearse en condiciones totalmente desprotegidas. Entonces, más que avanzar hacia una “sociedad post- capitalista” o una “economía colaborativa”, lo que emerge es una forma de acumulación que, más allá de sus especificidades, sigue funcionando bajo las re- glas del capitalismo. La nueva industria digital se basa en la extracción y explotación de datos de muy diversa naturaleza. Las distintas plataformas que entregan servicios gratuitos o de muy bajo costo son herramientas de recolección que requieren de usuarios que, con mayores o meno- res grados de conciencia, les entreguen los derechos sobre sus datos. No obstante, como señaló reciente- mente el filósofo Nick Srnicek, los datos brutos son sólo materia prima para ser almacenada; es decir, en principio no tienen más valor que madera apilada. Sólo una vez organizados y analizados mediante tra- bajo humano y tecnologías adquieren valor en un sentido estrictamente productivo. Entonces, la nueva industria de datos, al igual que en otras ramas pro- ductivas, requiere de infraestructura física para que estos sean almacenados, de energía para ser procesa- dos y de fuerza de trabajo para ser analizados. Plataformas comerciales como Google y Face- book, cuyos ingresos provienen del pago de anun- cios, de servicios de nube como Amazon Web Ser- vice, de operaciones industriales como Siemens o General Electric, de productos como Spotify o Rolls Royce, o de servicios de transporte, entrega o aloja- miento como Uber, Glovo o Airbnb, buscan extraer la mayor cantidad de datos de sus usuarios indivi- “La industria de datos requiere de una fuerza de trabajo cuyas principales características se enmarcan en tendencias seculares: por un lado, hiperflexibilidad, deslocalización, migraciones, feminización y menor seguridad social; por otro, fuerza de trabajo calificada que almacena, organiza y analiza datos, pero que también ‘enseña’ a la Inteligencia Artificial”. 61 DOSSIER

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