Palabra Pública - N°11 2018 - Universidad de Chile

PORFIADA MEMORIA POR MARCIA SCANTLEBURY La negación y el borramiento fueron la política de la dictadura desde que bombar- deó La Moneda. Al reconstruir el edificio, suprimió la entrada de la calle Morandé: si no había puerta, nadie había salido por ella y, por lo tanto, los que atravesaron ese um- bral detenidos o muertos jamás existieron. Al suprimir la dirección del centro de deten- ción y tortura ubicado en la calle Londres: si se sustituía el número 38 por otro desa- parecía el escenario de tormentos y muerte. Al promover la recuperación del espíritu “deportivo” del Estadio Nacional, porque el fútbol contribuiría a evaporar la memoria de las violaciones a los derechos humanos que allí sucedieron. Y, lo más cruel, en el caso de los detenidos desaparecidos: al no existir el cuerpo, no quedaba constancia de su existencia ni las huellas del crimen. Mientras gobernaba el general Augusto Pi- nochet, miles de chilenos y chilenas fueron perseguidos, privados de libertad, exiliados, exonerados, ejecutados, torturados o hechos desaparecer. Durante la transición, los go- biernos democráticos materializaron sus polí- ticas de derechos humanos en las comisiones de verdad (1990- 2005) y estas identificaron a 3.185 desaparecidos, ejecutados o asesi- nados en forma sumaria. Individualiza- ron a 28.459 torturados y detectaron 1.132 recintos de detención y tortu- ra, varios de los cuales eran descono- cidos hasta entonces. Además de negar estos crímenes, a los afectados por ellos los agentes Columna Periodista y responsable del proyecto del Museo de la Memoria. Actualmente integra su Directorio. FOTOS ALEJANDRA FUENZALIDA P.19 Nº11 2018 / P.P.

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