Palabra Pública - N°10 2018 - Universidad de Chile

¿Considera que las posturas de las elites (de iz- quierda y derecha) frente a estos temas serían dis- tintas si se relacionaran de manera más estrecha con ciudadanos comunes y corrientes, mayorita- riamente pobres o de clase media en nuestro país? Los temas valóricos dependen de cada uno y van mucho más allá de las ideologías que se tengan, sean de izquierda o derecha. Las diferencias tienen que ver con las condiciones sociales, económicas y culturales en que se dan. Y no creo que las elites, como las llamas, no sepan de esta realidad. Siento que más bien hay una tentación de imponer visiones propias al conjunto de la sociedad, y en demasiadas ocasiones sin respeto a la diversidad y a las posiciones divergentes. Y como bien dices, eso se da tanto desde la izquierda como desde la derecha, y en este asunto como en varios otros de los llamados “temas valóricos”. Vamos a educación. Usted estudió en una univer- sidad estatal. ¿Cuál cree que es el valor de este tipo de instituciones? ¿Qué opina sobre la ley de universidades estatales? Tengo la mejor impresión de mi universidad, me formé ahí como profesional pero también como perso- na adulta y creo que en parte mi valoración del servicio público está definida por haber estudiado en la Usach. Es una entidad que te permite compartir con diferen- tes realidades socioeconómicas y esa complementarie- dad en la carrera te hace mirar la vida de una manera muy diferente. Creo que ese fue uno de mis máximos plus de estudiar allí. En cuanto a la ley, siento sin duda que estas insti- tuciones tienen una responsabilidad con su región. Ahora, lo que nos hace falta es que tomen un rol relevante con el compromiso de desarrollo regional y para ello es fundamental una vinculación entre las universidades y el Gobierno Regional, para en con- junto buscar qué nos hace falta y empujar hacia allá. Deberían conectarse para contribuir al progreso de las estrategias y las áreas más desarrolladas de cada una de ellas para potenciar la región. Es una gran medida el contar con universidades en lugares alejados, en regiones, en sectores extremos donde pocos llegan. Claro que su implementación requiere tomar las precauciones para que cumplan ese rol público que tienen las casas de estudios y finalmente logren su propósito, que es ir descen- tralizando y ser esa piedra angular en los distintos puntos del país donde estarán. Finalmente, ¿cómo se siente más cómoda? ¿Sien- do intendenta, parlamentaria o doctora? Diría que cada cosa tiene su tiempo y que cada día tiene su afán. Soy feliz siendo médico, fui feliz siendo parlamentaria durante 12 años y ahora he asumido este desafío como Intendenta, que si bien ha sido duro por todo lo que uno posterga en la vida familiar, al final del día siempre deja una satisfacción. Todos estos son roles diferentes, donde se cumplen diferentes funciones y hoy trabajamos por darle una mejor región, más amable, más inclusiva, más equi- tativa, como nos mandató el Presidente Piñera, a más de siete millones de santiaguinos, y esa respon- sabilidad sin duda que es muy motivante y en la cual también soy muy feliz. P.49 Dossier / Nº10 2018 / P.P.

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