La tierra de fuego: gente y naturaleza marcadas por el calor profundo

la tierra de fuego 13 Texto: Valentina Figueroa / Ilustración: Margarita Valdés El volcán Licancabur, que domina sobre el oasis de San Pedro de Ata- cama, fue un cerro muy importante para las poblaciones prehispáni- cas de la región atacameña. El culto a las montañas fue un elemento central para las sociedades andinas prehispánicas. Los cerros que fueron venerados recibían una devoción particular, formando parte de las creencias de estas poblaciones. Las montañas, cerros y vol- canes se percibían como santuarios de altura, y cada uno tenía un nombre particular y podía, por ejemplo, estar asociado a la fertilidad agrícola, pecuaria, minera o a los fenómenos climáticos. Según la leyenda, el Licancabur estaría casado con Kimal, una cum- bre ubicada en la cordillera de Domeyko. La unión entre estas dos cumbres queda de manifiesto en el solsticio de de invierno, durante el cual la sombra de uno cubre la del otro al salir y ponerse el Sol. En estos cerros sagrados se albergaba una arquitectura ceremonial compuesta por diversas estructuras fabricadas en muros de piedra, como plataformas y habitaciones, las cuales estaban al servicio de los ritos realizados para rendir el culto. En el Licancabur, las descrip- ciones de la presencia de arquitectura fueron reportadas desde fines del siglo XIX. Uno de los conocidos exploradores del volcán fue el sacerdote jesuita de origen belga R.P. Gustavo Le Paige, una notable figura del rescate histórico, pues él fundó, en San Pedro de Atacama, uno de los principales museos arqueológicos en Chile donde se con- servan las colecciones arqueológicas del Desierto de Atacama. En sus expediciones, Le Paige describió las estructuras arquitectóni- cas inkaicas, cerámica inkaica y cerámica local, como también la pre- sencia de fogones y rumas de leña tanto a los pies del volcán como en su cumbre 4 . Un equipo de arqueólogos en 1981 realizó el levantamien- to arquitectónico de los principales sitios arqueológicos, describiendo más de 150 estructuras habitacionales y corrales a los pies del Lican- cabur (4.900 mts) y 20 estructuras en la cima (5.921 mts) 5 . En la región, no sólo el Licancabur presenta vestigios arqueológicos, también el San Pedro y San Pablo, Pili, Juriques, Sairecabur, Pular y Llullaillaco. Cumbre ceremonial 22°50’01”S 67°52’58”O 4 Ver Fuentes de Consulta Licancabur (Le Paige, 1978) 5 Ver Fuentes de Consulta Licancabur (Reinhard & Baron, 1981)

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