Página 62 - La democracia cristiana y el gobierno de Allende

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países vecinos y por la postura de las grandes potencias” Una vez más, no quisieron
escuchar. La segunda opción que Tomic indicaba era la mantención del antagonismo
sistemático entre los marxistas y la DC. El desenlace, lo sintetizaba en dos puntos.
“Primero, no hay revolución. Segundo, Se desencadena un inevitable
enfrentamiento entre grupos civiles, luego violencia generalizada en el país y
finalmente, dictadura Militar, impuesta por la necesidad de pacificar, por el
cumplimiento constitucional de las Fuerzas Armadas”.69 Tomic insistió en la
necesidad de un acuerdo, para dejar atrás la etapa de enfrentamiento que era la
que vivíamos, la del conflicto que garantizaba un trágico desenlace.
EL CARÁCTER DE ALLENDE.
Ya hemos citado a Radomiro Tomic indicando como se vislumbraba la situación en
Abril de 1973. No había votos para destituir a Allende en virtud de una Acusación
Constitucional y cuando la Derecha intentó un resquicio, aprobar la inhabilidad del
presidente por mayoría simple, la DC, por medio de Patricio Aylwin rechazó
categóricamente esa maniobra. Incluyo la cita respectiva casi al final de este texto y
que es del 11 de Septiembre de 1973. Se hicieron numerosos intentos para
favorecer los acuerdos, pero Allende no estaba disponible para jugarse por ello. Su
carácter lo llevaba a maniobrar, a ganar tiempo. Estaba sujeto a una gran presión.
Desde un comienzo sabía los riesgos que enfrentaba. Recuerdo que en la entrevista
con Regis Debray le había comentado que en el periodo posterior a su elección,
había tenido que actuar más como Director de Investigaciones que como Presidente
Electo. Tenía una gran confianza en sí mismo. Recuerdo que unos meses antes del
golpe, en una de las numerosas reuniones que tuve con don Bernardo Leihgton, la
figura pública que yo más admiro, él me dice que viene de reunirse con el
Presidente Allende y que estaba muy molesto con el Presidente ya que le había
hecho una serie de planteamientos sobre la situación que se vivía y Allende no
parecía darse cuenta de lo serio del tema que abordaban. Leihgton me relató que se
sentía tan enojado con el Presidente que le dijo: “ Salvador, lo que pasa es que tú
eres un burgués”. Y, sin poder contener su indignación me cuenta que el Presidente
le respondió: “ Te equivocas Bernardo. No soy un Burgués. Soy un gran Burgués.”
Don Raúl recuerda en sus Memorias que Allende lo visitó dos veces en Mayo del
73.Dice que se veía bien, pero que le mencionó sus temores de una guerra civil y le
pidió su colaboración para reunirse con Frei. Como recuerda, don Raúl, ambos
habían sido muy amigos, pero en la campaña presidencial de 1964, Allende se
molestó por que Frei no criticó la campaña del Terror organizada por la CIA y la
derecha en su contra. Frei, que nunca reconoció haber participado en ella, se
ofendió, a su vez, cuando Allende, entonces Presidente del Senado, se negó a
presidir un Congreso Pleno donde Frei debía leer su Mensaje. El Cardenal hizo, las
gestiones pertinentes, que no fueron fáciles. Frei le preguntó si se lo pedía como
político o como católico, ya que si era como político, el no aceptaba, ya que era
inútil hablar con Allende, pero que si se lo pedía como católico, no podía negarse. El
Cardenal le contestó que se lo pedía como católico. Esa noche en que conversaban,
el ambiente era tan tenso, que el Cardenal dice que para presionarlo, le lanzó una
barbaridad de la que arrepintió por mucho tiempo. Le dijo a Frei que si él tuviera
69 Tomic, Testimonios. Editorial Emisión. Santiago, Noviembre de 1988,Recopilador Jorge
Donoso Pacheco. Pagina 445