Página 60 - La democracia cristiana y el gobierno de Allende

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Santiago, la insistencia personal de él y la decisión consiguiente del partido, me
hicieron ir de candidato por ese distrito. Nuestra preocupación estaba basada en
una monstruosa campaña de la Derecha contra don Bernardo, por su permanente y
sólida postura democrática que enfrentaba con firmeza pero sin excesos, los
desborde de la derecha y de algunos camaradas. Él, con su optimismo rebosante
me decía: “No te preocupes por mí, gordo, vamos a salir los dos”. Aunque me
faltaron como 600 votos para la cifra repartidora, los votos que le sobraron a don
Bernardo me permitieron salir elegido y convertirme en el Diputado más joven de
ese corto período. Tenía 26 años. Una vez más, don Bernardo había tenido la razón.
Sólo tuvimos que lamentar la pérdida de un gran amigo, Santiago Pereira, que fue
el único de la DC que no salió elegido. Una alegría extra tuvimos, ya que sacamos
más votos que otros candidatos, jóvenes, incluido el entonces Presidente de la
Juventud Nacional, Juan Luis Ossa Bulnes. Miembros de nuestro comando hicieron
una apuesta con ellos, la que hasta el día de hoy no pagan.
Nuevas Autoridades en el PDC en 1973
El PDC había tenido elecciones internas para elegir una nueva directiva. Con la idea
de no dejarle pasar ni una al Gobierno, Patricio Aylwin derrota a Renán Fuentealba
por un 55 a 45%, más o menos. La JDC también había renovado directiva,
obteniendo el equipo que yo encabezaba una reelección muy amplia. La JDC, con el
aporte de todos, era capaz de discutir con pasión, pero luego trabajar unida.
Nuestro candidato otra vez era Fuentealba, pero llevamos una cordial relación con
Aylwin, en donde las discrepancias eran planteadas en un clima de mucho respeto y
confianza.
He visto a Renán Fuentealba en algunos de estos programas especiales de la TV y
compartiendo casi todo lo que expresa, discrepo en un aspecto menor, pero con
alguna relevancia. Él dice que algunas personas, creo que Prats era uno, le decían
que por temperamento era muy difícil que Allende y Aylwin se entendieran. Yo creo
que el tema de fondo era otro, porque si se trata de temperamentos, Renán era y
es de personalidad muy fuerte. Creo, además, que las palabras más duras para
dirigirse a Allende y a su Gobierno provenían de Fuentealba. Si se analizan con
cuidado los discursos de uno y de otro, creo que se vería en ambos, una exposición
coherente, bien hilada, mejor hablada, pero mucho más golpeada y dura en Renán
que en Aylwin. Bueno, cuestión de opiniones.
Yo creo que la inquietud de Renán, de don Bernardo y de otros entre los que me
incluyo, era la ya abierta inclinación golpista de algunos parlamentarios DC,
dirigentes provinciales y otros personeros relevantes. Por eso, cuando yo le
preguntaba a don Bernardo si no le parecía que en esta declaración aparece muy
conciliador y que algunos amigos de la UP se pueden confundir, me decía:
“Tranquilo gordo, lo que pasa es que tiro la cosa un poco pasada para poder
contrapesar los excesos hacia el otro lado de algunos camaradas”.
La mejor ayuda para los pro golpistas venía de la UP. Veamos las respuestas de Luis
Corvalán, Secretario General del PC a una entrevista hecha por un periodista
comunista. El periodista pregunta: “Supongamos que estamos en 1976 y que el
Gobierno de Allende ha completado su período. ¿Qué sucedería si en las elecciones